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El próximo jueves las ADSG se reunirán en Antequera para debatir y analizar ‘la lengua azul’,

entre otras cuestiones.

ovino14 de octubre de 2014.- La Federación Andaluza de Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganadera (FADSG) informa de que la fiebre catarral ovina, más conocida como ‘lengua azul’, es una enfermedad que nos acompaña desde hace una década, y que periódicamente aparece en Andalucía, en su serotipo 4, como consecuencia de su cercanía geográfica a Marruecos, país donde no se tiene controlada. No obstante, dada la coyuntura en la que nos encontramos, la federación subraya que se trata de una enfermedad que afecta exclusivamente a los rumiantes (ovejas, vacas y cabras), no es transmisible a las personas, y por tanto, sólo tiene consecuencias para la sanidad animal y las economías de los ganaderos.

Desde que en 2004 apareciera el serotipo 4, transmitido por el mosquito ‘culicoides’, prácticamente todos los años reaparece con las temperaturas cálidas. En esta ocasión, el primer caso surgió en una explotación de Fuente Palmera (Córdoba) durante el mes de septiembre, al que han seguido otros más, fuera incluso de Andalucía, en Extremadura y sur de Ciudad Real.

Frente a su propagación, aparte de las restricciones al movimiento de ganado que el Ministerio de Agricultura ha establecido en una Orden, la única medida realmente eficaz es la vacunación, como así se ha demostrado. No obstante, a fecha de hoy los laboratorios no cuentan con dosis disponibles y les llevaría tres meses poder fabricarlas, por lo que ahora mismo resulta imposible su adquisición y aplicación en Andalucía quedando desprotegidos los rebaños de ovino no vacunados, en torno a un millón de cabezas aproximadamente.

En consecuencia, y dado que no se trata de un problema nuevo sino recurrente, la FADSG solicitará, en su reunión del próximo jueves, más implicación de todas las autoridades sanitarias y a todos los niveles, incluido el europeo, puesto que, por su situación geográfica, Andalucía es la puerta de entrada de este virus a Europa y desde esta organización no se entiende que sean los ganaderos andaluces los que tengan que costear esta lucha sanitaria, a fin de evitar que el virus se propague a otras regiones y/o países.